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TRANSFORMACIÓN DIGITAL Y CERTIFICACIONES EN EL SECTOR AGRÍCOLA

| Brenda Ponce Martínez, NORMEX

México, gracias a la gran diversidad de climas y superficies se perfila como uno de los países de mayor importancia en cuanto a producción agrícola se refiere. Según datos reportados por el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) en 2021, se mantuvo un superávit en la Balanza de Bienes agrícolas de un mil 783 MDD, debido a que las exportaciones aumentaron. Esto significa que la demanda de productos agrícolas mexicanos a nivel mundial se mantiene en constante crecimiento.

 

 

Dentro de los productos con mayor interés de exportación destacan los siguientes: Aguacate, Jitomate, Pimiento, Fresas, Cítricos, Almendra, Nuez, Pistache, Pepino, Coles, Sandia, Mango, por mencionar algunos, y esta lista crece y crece demostrando el potencial de producción que tiene el campo mexicano.

La exportación de productos agrícolas frescos juega entonces un papel importante en nuestro país. Sin embargo, de este concepto de exportación emanan otros que definen el camino para que hoy tengamos productos mexicanos disponibles en cualquier parte del mundo. Al tratarse de alimentos y que estos son de consumo humano deben existir garantías de seguridad de consumo, esto es, salud e inocuidad alimentaria.

La inocuidad alimentaria está definida por el Codex Alimentarius como la garantía de que un alimento no causará daño al consumidor cuando el mismo sea preparado o ingerido de acuerdo con el uso a que se destine.

Esta garantía se logra a través de la implementación de buenas prácticas agrícolas, una serie de herramientas aplicables en la producción, procesamiento, transporte y distribución de alimentos agrícolas frescos que además tienen como objetivo cuidar la salud de los consumidores, proteger el medio ambiente y ofrecer condiciones adecuadas para los trabajadores del campo y sus familias.

La agricultura ha evolucionado con los años y esta evolución se ha consolidado gracias a la implementación de herramientas tecnológicas. Estas herramientas permiten en tiempo real atender las necesidades del agricultor, es decir, ahora existen sistemas tecnológicos para la detección temprana de plagas y enfermedades, calidad y gestión de los recursos como el agua, suelo, condiciones climatológicas, entre otras herramientas que logran reformar el modelo de producción agrícola para generar sistemas de producción sostenibles.

Esta transformación digital resulta en importantes beneficios para el campo y los agricultores. Incluso la FAO establece que el uso de las TIC en el campo conseguiría: mayor seguridad alimentaria, inocuidad, sostenibilidad, aumento en la productividad del sector además de mejoras a los productores pues tendrán mayor acceso a herramientas e información logrando un mejor aprovechamiento de los recursos.

Uno de los principales retos en la agricultura es generar modelos de producción sostenible y con garantías de inocuidad. Atendiendo a esta necesidad, la política agroalimentaria de nuestro país plantea la implementación de líneas de acción que generen una autosuficiencia agroalimentaria, bienestar para la población rural a través de la inclusión de productos de diferentes regiones, promoviendo el incremento de la producción y la productividad de cultivos y productos agroalimentarios sanos e inocuos, el uso responsable de los recursos.

México, ha desarrollado iniciativas o guías para que el productor pueda implementar procedimientos que mitiguen los peligros de contaminación y garantice las condiciones óptimas de producción y procesamiento de sus cultivos, contribuyendo así a una cultura de inocuidad.

En el sector agroalimentario, las certificaciones ofrecen una garantía de que los productos que se producen y se comercializan están libres de contaminante que puedan causar daños al consumidor; se verifica que las buenas prácticas agrícolas se han implementado de manera adecuada. En conclusión, el éxito de un producto y su comercialización se basa en el cumplimiento de las exigencias del consumidor, a través de las certificaciones.

Una certificación se obtiene luego de que un organismo evaluador de la conformidad acreditado, se asegura de que un producto, proceso o servicio cumple con los requisitos especificados para obtener una garantía por escrito.

Dentro de las certificaciones para los productos agrícolas frescos que se evalúan, se encuentran estándares como GLOBALG.A.P. que es el programa de aseguramiento líder en el mundo, logrando que los requerimientos del consumidor se vean reflejados en la producción agrícola en una creciente lista de países (actualmente más de 135 en todos los continentes).

Esta norma de buenas prácticas agrícolas ha ido evolucionando en función de las necesidades del mercado y atendiendo a los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) presentando ahora un enfoque de sostenibilidad ambiental, desarrollando lineamientos de prácticas de producción sostenible relacionados con:

- Inocuidad alimentaria

- Reglamentación, gestión, trazabilidad

- Procesos de producción

- Sostenibilidad ambiental

- Salud y bienestar animal

- Bienestar integral de los trabajadores

Esta versión trae consigo también herramientas de transformación digital para los organismos de certificación, a través del uso de listas de verificación personalizadas que se generan desde la página del estándar, ofreciendo informes de evaluación provenientes de softwares que permiten un formato uniforme y eliminando el uso de papel, además de ofrecer mayor integridad al homologar los certificados de estos productos y haciéndolos disponibles en tiempo real, lo que ofrece confianza a los compradores.

La transformación digital entonces ofrece instrumentos a todos los actores que forman parte de la cadena agroalimentaria, incluso los proveedores de servicios ahora, hacemos uso de estas herramientas para dar en tiempo real el dictamen de certificación sobre productos, procesos y servicios a los productores y a su vez a los compradores, siendo parte de la red de proveeduría confiable de productos agrícolas frescos.

Está claro que la demanda de alimentos va en crecimiento. Los consumidores están cada vez mejor informados y las certificaciones funcionan como garantías de consumo. La elección de un producto y el éxito de las exportaciones depende íntimamente de las certificaciones. Las tecnologías de la información resultan una herramienta básica para tener acceso en tiempo real a datos e información que permita saber cómo se han producido los alimentos que consumimos. Los organismos evaluadores de la conformidad adaptamos también los modelos de evaluación a las necesidades mundiales, ofreciendo canales de comunicación a los productores, brindando los elementos que necesita el sector para cumplir con los requisitos del mercado y generando una cultura de inocuidad hacia una producción sostenible.

 

Bibliografía:

Estándar de Buenas Prácticas Agrícolas GLOBALG.A.P. [Consultado el 19 de mayo de 2023]. https://www.globalgap.org/es/for-producers/globalg.a.p./integrated-farm-assurance-ifa/IFA-V6/

Manual de Buenas Prácticas Agrícolas para el Productor Hortofrutícola [Consultado el 19 de mayo de 2023]. (Medio electrónico) https://www.fao.org/3/as171s/as171s.pdf

Expectativas agroalimentarias 2022. Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera [Consultado el 19 de mayo de 2023]. (Medio electrónico) https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/723488/Expectativas_Agroalimentarias_2022.pdf








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